Creemos firmemente en los beneficios de la vacunación infantil sistemática, y nuestra política es recomendar el calendario de vacunación completo, tal como recomiendan la Academia Americana de Pediatría (AAP) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Sabemos que las vacunas han logrado reducir las tasas de enfermedades prevenibles mediante vacunación, y en ocasiones las han eliminado.
Queremos ayudarle a tomar la mejor decisión para su hijo. Sabiendo que hay información errónea en Internet, recomendamos los sitios web que figuran a continuación para obtener información sobre las vacunas. Le animamos a que haga preguntas y hable de las ventajas de las vacunas con su pediatra.
Cómo funcionan las vacunas
Cuando un virus o una enfermedad penetran en el organismo, el sistema inmunitario se encarga de identificarlo como una amenaza y de combatirlo. Las vacunas están diseñadas para entrenar el sistema inmunitario. Enseñan al organismo de tu hijo a protegerse para que, cuando aparezca la versión real de una enfermedad, su sistema inmunitario ya haya creado las defensas que necesita para defenderse de la infección.
Profundamente investigado y sometido a pruebas constantes
Antes de que una vacuna esté disponible para el público en general, su seguridad y eficacia deben evaluarse exhaustivamente mediante ensayos clínicos en los que participen miles de personas. Médicos y científicos formados en docenas de disciplinas revisan minuciosamente miles de páginas de datos de estos ensayos para evaluar y garantizar que la vacuna es segura y funciona bien para prevenir la enfermedad. La norma es aún más rigurosa para las vacunas utilizadas en niños pequeños. Además, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) siguen controlando la seguridad de todas las vacunas una vez aprobadas.
Las vacunas salvan vidas y previenen enfermedades
Las vacunas protegen contra la propagación de enfermedades peligrosas. Salvan millones de vidas en todo el mundo cada año. No vacunar a los niños los pone en riesgo de contraer y propagar enfermedades peligrosas, lo que también pone en peligro a otros niños que se encuentren con ellos.
Las vacunas funcionan mejor cuando protegen a toda la comunidad, especialmente a las personas vulnerables que no pueden recibir vacunas o no pueden combatir fácilmente las infecciones, como los bebés, los ancianos y las personas con sistemas inmunitarios débiles.
La mayoría de las reacciones a las vacunas, como un brazo dolorido o un poco de fiebre, son leves y no duran mucho. Las enfermedades que previenen son a menudo graves y pueden ser mortales. Vacunarse es mucho mejor que contraer la enfermedad.